Majatzit HaShekel

בס»ד

Desde hace tres mil años por estas fechas llevamos a la práctica una donación muy especial; el Majatzit HaShekel. Consistía en una ofrenda anual que se realizaba al Templo de Jerusalén para su mantenimiento, y que servía además para censar al pueblo.

Nos dice la Torá;

הֶעָשִׁיר לֹא יַרְבֶּה, וְהַדַּל לֹא יַמְעִיט

Será igual para el rico y para el pobre

Shmot / Éxodo 30, 15

La Torá es muy clara; tanto ricos como pobres deberán de donar exactamente la misma cantidad: medio shekel. Lo que ya no está tan claro es cuánto donar a día de hoy. Y aquí viene lo más interesante y es que el judaísmo no es algo estático, sino que evoluciona y se adapta, por lo que cada comunidad a lo largo de los siglos ha establecido sus propias normas, también para establecer esta ofrenda a día de hoy.

  • La costumbre más extendida es donar el valor actual de 9,6 gramos de plata, que era el peso aproximado del medio shekel de la época: unos 6,23€ (2023). Hay también quienes aseguran que el peso era de 8,5 gramos, y otros lo suben a 10 gramos.

  • Existe otra costumbre de dar tres “medias monedas” del país donde uno vive, en la época en la que vive. Por ejemplo aquí en España daríamos tres monedas de 50 céntimos ¿Que por qué tres monedas? La parashá, sección semanal de la Torá, donde nos habla del Majatzit HaShekel escribe la palabra Trumá, donación, en tres ocasiones.

  • Según el Gaón de Vilna solo hace falta una “media” moneda.

  • Según otra opinión, la moneda debe tener acuñada la palabra “medio” o “mitad”.

  • Y según otra opinión, no hace falta este detalle.

  • La costumbre que estableció Rav Shlomo Zalman Oyerbajen Estados Unidos fue la de donar tres monedas de plata de medio dólar;  muy importante: si tenéis en vuestra posesión el medio Dólar de Kennedy aseguraos que sea la acuñada en 1964, ya que las series siguientes contiene menos plata.  Sin embargo, según enseña el RavKanievsky en su libro Derej Emuná, esta costumbre solo puede ser aplicada dentro de EEUU, ya que es en dicho país donde tiene valor.

  • Por otra parte, el Rav Elisahiv argumentaba que se ha de darlas tres monedas de medio dólar de plata, y luego dar tres medias monedas del lugar donde uno vive.

Y existen más interpretaciones.

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Ahora bien, la segunda gran pregunta es Cuándo darlo

Unos dicen antes de Minjá, otros después de Minjá e incluso quienes defienden que sea antes de la lectura de la Meguilat. Aunque también hay quienes dicen que puede darse en la mañana de Purim.

¿Y quién la ofrece? Según la Torá personas mayores de 20 años. Pero nuestros jajamim de bendita memoria nos dicen que los mayores de 13 años. Otros más jajamim si cabe nos dicen que también las mujeres y niños. E incluso por el feto de una mujer embarazada (Mishná Berurá).

Según ciertas opiniones esta donación va al mantenimiento de la sinagoga, otros opinan que en la diáspora se ha de mandar a los sabios de Israel e incluso para el Kerem Kayemet leIsrael, el Fondo Nacional Judío.

Lo único en lo que todos coinciden es en que al entregar la donación se ha de decir:

Zejer Lemajatzit HaShekel

Réplica de un Majatzit haShekel del siglo I, en el primer año de la Gran Rebelión judía contra Roma. Inscripción «Jerusalén santificada»

Utilizad la costumbre de vuestra comunidad, o la que os apetezca. Lo más importante es continuar con la tradición.

Januka, la primera Gran Guerra de Liberación judía

בס״ד

Durante la festividad de Januká encendemos cada día una vela de nuestra janukiá para recordar los sucesos ocurridos hace dos mil ciento ochenta y cinco años en Jerusalén y el resto de Judea. Pero Januká es mucho más que un tradicional encendido de velas. Es, desde el punto de vista histórico-nacional judío, la primera gran guerra de liberación nacional del pueblo judío en nuestra patria ancestral. Y así ocurrió:

Descárgate el dosier   aquí

Januka Sameaj – Feliz Januka

Continuemos reconstruyendo con alegría y regocijo

בס״ד

En una ocasión tras la destrucción del Templo de Jerusalén, Rabán Gamliel, Rab Eliezer, Rab Yehosúa y Rabí Akiva subieron a Jerusalén y al llegar al Monte Scopus rasgaron sus vestiduras en señal de duelo. Al llegar al Monte del Templo vieron a un zorro que salía de entre las ruinas del Kodesh HaKodashim -sanctasanctórum-  y comenzaron a llorar, pero Rabí Akiva empezó a reír.

Le preguntaron: “¿Cuál es el motivo de tu risa?” A lo que Rabí Akiva respondió: “¿y cuál es el motivo de vuestro llanto?”.

Ellos respondieron: “Está escrito que ‘el extraño que se aproxime (a este lugar) morirá’ (Números 18,7), y ahora los zorros caminan sobre este lugar. ¿Cómo no vamos a llorar por ello?”.

A lo que Rabí Akiva respondió: – “Por este motivo yo sonrío. Dice Isaías ‘Y tomaré por testigos veraces a Urías el sacerdote y a Zacarías hijo de Jerberequías’. ¿A qué asunto se refiere? La profecía de Zacarías fue escriba sobre la profecía de Urías. Urías dice; ‘Por tanto Sión, por vuestra culpa, será arada como un campo, y Jerusalén será un montón de ruinas, y el Monte del Templo será como las alturas del bosque’ (Miqueas 3, 12). Sin embargo la profecía de Zacarías dice, ‘y se sentarán los ancianos y las ancianas en las plazas de Jerusalén, cada uno con su báculo de ancianidad en su mano’ (Zacarías 8, 4). Hasta que no se cumplió la profecía de Urías temía que no se cumpliese la profecía de Zacarías. Ahora que se cumplió la profecía de Urías, sé que se cumplirá la profecía de Zacarías”.

En la imagen: zorros vistos durante esta semana en las ruinas del Monte del Templo días antes del ayuno de Tishá beAv.

Las señales están a la vista de todos, y sin embargo una parte dominante del mundo judío continúa estancada en supersticiones y dogmas, paralizando la evolución del judaísmo. El Tercer Templo no estará representado bajo la idea romántica de un suntuoso edificio que descienda de los cielos, cuya construcción conllevaría a la desaparición del Estado de derecho en Israel, sino que representa al judío renovado y retornado a Sión, guerrero y modernizador, reconstructor de Jerusalén.

El Tercer Templo comenzó a construirse y sus cimientos son el kibuts galuiot (reunión de las diásporas), y depende de todo el pueblo que no vuelva a ser destruido.

Continuemos reconstruyendo con simjá y sasón (alegría y regocijo). Zacarías 8, 19.

Yom Rishón, décimo día del mes quinto, 5779