בס״ד
Tras un periodo de siete años en Barcelona —mi particular Babel—, a finales de diciembre de 2024 regresé nuevamente a la tierra de nuestros ancestros, estableciéndome en el barrio de Arnona, Jerusalén.
Esta web tiene como objetivo romper esquemas —no con dogmas, sino con argumentos— frente al antisionismo y la judeofobia moderna. Busca desenmascarar a los generadores de odio gratuito, aquellos que desprecian la vida y la libertad que ofrece la única democracia de Oriente Medio.
Detrás de esta ideología destructiva se encuentran quienes, en ocasiones incluso con dinero público, financian la intolerancia y pretenden negarnos el derecho a vivir en paz.
El moderno Estado de Israel constituye el séptimo intento histórico de soberanía judía en la Tierra de Israel, una región en la que la presencia judía se remonta milenios. Ante la pregunta de por qué deberíamos abandonar un territorio del que somos originarios, resulta imprescindible responder con evidencia y contexto histórico: la reclamación de “ocupación” no anula la continuidad histórica y cultural del pueblo judío en esta tierra. Asimismo, es necesario señalar cómo, bajo la retórica de una solidaridad interesada, ciertas organizaciones financian discursos y acciones que amenazan nuestra seguridad y convivencia. Esta web ofrece ese análisis: riguroso, documentado y orientado a desmontar la narrativa del odio.
En esta web encontrarás éstas y muchas otras respuestas.
En el año 70 de la era común, Tito arrasó Jerusalén, destruyó y saqueó el Segundo Templo, y obligó al exilio a gran parte de la población judía. Este acontecimiento histórico fue relatado por Flavio Josefo y quedó inmortalizado en el Arco de Tito, en Roma.
Mil novecientos cuarenta y cinco años después, bajo ese mismo arco y portando un pasaporte israelí, envié un mensaje claro a quienes aún cuestionan nuestro derecho a vivir en esta tierra: hemos regresado para quedarnos.
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