Maapaj – Revolución

בס״ד

Esta semana es la conmemoración del Tratado de Paz con Egipto (1978), que coincide con el 40º aniversario de la victoria electoral de Menájem Beguin (1913 – 1992), uno de los padres fundadores del Estado de Israel.  (Imagen de portada: mjhnyc.org)

Menájem Beguin es sin lugar a dudas uno de los personajes israelíes más controvertidos de nuestra historia. ¿Fue un terrorista como lo condenan algunos o, por el contrario, fue un héroe revolucionario? Beguin arriesgó su vida por y para la supervivencia del pueblo judío. Ya en 1941 se unió voluntariamente a las Fuerzas Armadas Polacas libres junto con miles de soldados judíos para luchar contra la ocupación nazi. Más tarde se estableció en Erets Israel, la Tierra de Israel, para unirse al Irgún y luchar por la liberación judía de la opresión del Mandato Británico, declarando así en 1944 el inicio de la revolución que duraría hasta el establecimiento del Estado de Israel. Siendo líder del Irgún, organización clandestina judía de liberación, ordenó volar las instituciones centrales del régimen británico, instaladas durante la Segunda Guerra Mundial en el Hotel Rey David, con el resultado de 91 víctimas entre ellos trabajadores judíos. Tal y como relata en su biografía «Rebelión», contrastado además por numerosos testigos del lugar, el Irgún dio aviso al Hotel Rey David de evacuar a todo su personal. Dicho aviso también se dio al Palestine Post y al Consulado francés los cuales sí fueron evacuados de inmediato. Al Consulado francés se le aconsejó además que «abriesen las ventanas para prevenir los efectos de la explosión», lo que evitó que el edificio sufriese desperfectos. Sin embargo los soldados británicos del Hotel Rey David no evacuaron a nadie.

Los que acusan a Begin de terrorista son curiosamente los que apoyan a personajes como Nelson Mandela cuyo referente fue Menájem Beguin y su libro «Revolución» estudiado para aprender las tácticas utilizadas por el Irgún contra los británicos y usarlas contra los opresores de los negros.

Para definir a Menájem Beguin en una palabra escogeria la que el presentador de la televisión israelí Haim Yavin creó de forma espontánea – y que hasta la fecha no existía en hebreo – en pleno directo mientras retransmitía la sorpresiva victoria electoral de Beguin; Maapaj (מהפך), una palabra que se podría traducir en castellano como agitación (política), revuelta, o incluso revolución. Menájem Beguin fue a todas luces un agitador político, un revolucionario como nunca hubo en la historia de Israel. A él le debemos también el primer tratado de paz con un país árabe, Egipto, un acontecimiento de calado histórico no solo para ambos países sino para el mundo, y un tremendo shock para el mundo islámico cuya respuesta fue expulsar a Egipto de la Liga Árabe hasta 1989. Revolución, revuelta y agitación fueron los ingredientes para  ser condecorado junto a Sadat en 1978 con el merecido Premio Nobel de la Paz.

La paz en Oriente Medio no es tarea fácil. Un auténtico líder siempre está dispuesto a asumir los riesgos en beneficio de su pueblo y Beguin era el mejor en eso. El tratado de paz con Egipto continúa hoy día a pesar del trágico asesinato de Sadat en 1981 por sus propios soldados contrarios a la paz. Más tarde los israelíes también apostaron por la paz con los jordanos en 1994. Al año siguiente un judío radical asesinó al Primer Ministro israelí Isaac Rabin porque también creía en la paz con los palestinos. Casi medio siglo antes Jordania perdió a un rey en 1951 en un atentado perpetrado por un palestino debido al rumor ante un posible acercamiento al recién Estado judío por parte del monarca jordano Abd Allah ibn Husayn. Líderes que a lo largo de la historia han sabido anteponerlo todo por el bienestar de su pueblo.

No hay liberación posible sin revolución. Menájem Beguin nos enseñó este ideal luchando contra el nazismo y después en la clandestinidad contra el opresor británico. También aprendemos de él el que los intereses del pueblo judío, de Am Israel, para su supervivencia y su bienestar están por encima de intereses propios.

Este es el legado que nos dejó Menájem Beguin y el secreto para la supervivencia del Estado de Israel: Maapaj.

Yom Shlishí 1 de Nisán de 5777
Martes, 28 de marzo de 2017

Otros 1900 años y aún seguiremos aquí

בס״ד

Si todo lo que nos cuenta la narrativa palestina fuese cierto, el Coliseo de Roma no existiría por una sencilla razón; para subvencionar la costosa obra, según una inscripción reconstruida encontrada en la zona,  fueron necesarios los tesoros robados por Roma tras la conquista de Jerusalén por el general Tito en el año 70 de la Era Común.

Este trágico capítulo de la historia del pueblo judío fue testigo, y posteriormente narrado en su obra «las guerras de los judíos«, el historiador Flavio Josefo, y que además está representado frente al Coliseo de Roma en forma de relieve en el Arco de Tito. En este arco de la victoria, podemos ver cómo legionarios romanos transportan los tesoros del Segundo Templo de Jerusalén, incluyendo el candelabro judío del mencionado Templo.

Según parece, para la narrativa palestina tampoco aconteció que cien años atrás Pompeyo conquistase Judea asediando Jerusalén por varios meses, dejando tras de sí más de diez mil muertos,  y arrebatar el sumo sacerdocio a Aristóbulo II, quien fue  reemplazado por su hermano Juan Hircano II siendo ministro Antípater, el padre del Rey Herodes. Que años después el Senado de Roma, apoyado por Marco Antonio y Octavio Augusto, nombrase Rey al idumeo medio árabe medio judío con la frase Rex socius et amicus populi Romani (Rey, aliado y amigo del pueblo romano) deberá tratarse de un cuento de hadas y no un acontecimiento histórico para aquellos que sostienen que los judíos somos invasores en esta tierra. Extraño que aún no hayan declarado a Herodes el «primer rey palestino».

¿De qué trata la narrativa palestina y qué nos quiere vender? Trata de borrar milenios de historia, de modificarla y de jugar a los anacronismos (Jesús el palestino), cuyo único objetivo es desenraizar al pueblo judío de nuestra tierra. Esto no es nuevo, ya se intentó en el Siglo II. Adriano, que este año se cumplen 1900 años de su ascenso al poder,  será recordado amargamente por el pueblo judío no sólo por pulverizar Jerusalén y renombrarla como Aelia Capitolina, también por cambiar el nombre de Judea por el de Palestina con el fin de borrar toda conexión judía de Erets Israel, porque es a este emperador romano al que le debemos el nombre latino de Palestina a esta región y no a un movimiento de liberación árabe, y menos aún musulmán.

El historiador Cassius Dio menciona en sus escritos la visita de Adriano a Jerusalén entre los años 129-130, por lo que partiendo de la propia narrativa palestina podemos prescindir del considerado junto a Herodiano como el mejor escritor de los siglos I y II. ¡Borrémoslo de la historia!

Negar el vínculo histórico religioso, cultural y arqueológico del pueblo judío con esta región es rechazar tres milenios de historia, es borrar de la memoria historiadores y emperadores. Es caer en una ignorancia supina propia de aquellos que nunca en su vida han abrierto un libro de historia. Sin duda para ellos es más fácil memorizar y repetir hasta la saciedad eslóganes fabricados desde el prejuicio por activistas de salón.

Grupos radicales como el BDS abanderan esta ideología negacionista, y que además cuenta con el apoyo de resoluciones de Naciones Unidas – promovidas por teocracias y dictaduras -, pese a los hallazgos arqueológicos e innumerables documentos que demuestran los vínculos del pueblo judío con esta tierra, donde también tuvo su origen el judaísmo.

Seguir negando lo evidente es simple y llanamente estúpido.

Desde que Roma ocupase Erets Israel bizantinos, omeyas, abasíes, selyúcidas, cruzados, ayubíes, mamelucos, otomanos y británicos entre otros han tratado sin resultado expulsarnos, arrebatarnos nuestra identidad y desenraizarnos. Continúan negándonos el derecho a nuestra tierra, ahora mediante falsas ONGs humanitarias y organismos internacionales pero, como ya escribió Mark Twain; otros pueblos han crecido y mantenido su antorcha prendida en alto por algún tiempo, pero finalmente se les apagó y ahora se encuentran en el crepúsculo o ya no existen.

Nuevos personajes se sucederán, pero el judío siempre permanecerá en su tierra ancestral.

Otros 1900 años y aún seguiremos aquí. Y Jerusalén seguirá llamándose Jerusalén.

Yom Rishon 17 de Tevet de 5777
Domingo, 15 de enero de 2017

דוד יאבו
David D. Yabo

La Tierra de Israel

בס״ד

Es imposible negar las evidencias. A continuación ofreceré algunos datos que prueban que, como pueblo nativo, no hemos robado ni ocupando nuestra tierra ancestral. La conexión judía con la Tierra de Israel está probada en libros de historia y museos arqueológicos de todo el mundo. Llevamos aquí milenios y aquí veréis algunas pruebas.

La Estela de Merenptah
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La Estela de Merenptah (1208 a. e. c), se encuentra en el Museo egipcio de El Cairo, y es el documento extra Bíblico mas antiguo que demuestra la conexión judía con la Tierra de Israel. La estela, en granito gris, describe las victorias del Faraón egipcio Merenptah de la XIX Dinastía durante su reinado (1213 a.e.c – 1203 a.e.c). En la estela se menciona al pueblo judío es como gentilicio, es decir, como un grupo nativo.

I si r i a r* (y el ideograma de pueblo / gentes)

*Hasta la época tolemáica el sistema jeroglífico no contaba con la letra «L», que fue añadida mediante el ideograma de un León. 

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Traducción de las últimas líneas que hacen referencia a Israel

Los príncipes están postrados, diciendo: ¡clemencia! Ninguno alza su cabeza a lo largo de los Nueve Arcos. Libia está desolada, Hatiti está pacificada, Canaán está despojada de todo lo que tenía malo, Escalón está depositada, Gezer está tomada, Yanoam parece como si no hubiese existido jamás.
 Israel está derribado y yermo, no tiene semilla. Siria se ha convertido en una viuda para Egipto. ¡Todas las tierras están unidas, están pacificadas!»
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Estela de Mesha
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En 1868 el anglicano Frederick A. Klein fue enviado a la región de la palestina otomana como misionero. Durante un viaje a Jerusalén y alrededores, se adentró hasta el antiguo territorio de Moab (actual Jordania) también bajo el Imperio Otomano pero controlada por numerosas tribus beduinas. Mientras se hospedaba junto a la tribu de los Banei Sakr uno de los beduinos le mostró una piedra con letras extrañas. La piedra, de 124cm de altura y 79cm de ancho, de basalto negro, consta de una inscripción de 34 líneas escritas en moabita con grafía paleohebrea del siglo IX a. e. c. por el Rey Mesha de Moab donde narra sus triunfos militares sobre el hijo de Omrí Rey de Israel., que tuvieron lugar en el siglo IX a. e. c. En la Estela también figura el tetragramatón, el nombre de Di-s. Los beduinos recibieron presiones de numerosos compradores e incluso de las autoridades otomanas y finalmente, ignorantes ante la importancia de tal descubrimiento, decidieron destruirla al fuego. Antes del desastre, Yaqub Karavaca, un joven pudo realizar una impresión con papel maché para que expertos pudieran determinar el valor de la pieza. Gracias a esa impresión hoy podemos leer los trozos aun perdidos de la también conocida como Estela moabita.

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La Estela de Dan
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En el año 850 a. e. c. se desató la cuarta guerra israelita-aramea, y el Rey Ajav murió alcanzado por una flecha. Con su muerte pasó a reinar su hijo Ocozías de Israel junto a su madre Jezabel. Dos años después Ocozías de Israel muere durante una batalla y comienza a reinar su hermano Joram de Israel. Su madre Jezabel continúa correinando junto a su segundo hijo. Con la muerte de Asá de Judá su hijo Josafat pasa a reinar sobre Judá “en el cuarto año del reinado de Ajav, e hizo la paz con él. Con la muerte de Josafat su hijo Joram de Judá pasa a reinar. Joram de Israel cae herido durante la quinta guerra israelita-aramea contra el rey Hazael, motivo por el cual su sobrino el Rey Ocozías de Judá decide ir a su encuentro al tiempo que Jehu, influenciado por el profeta Elía, organiza una revuelta para matar Joram de Israel, y a Ocozías de Judá.
En la Estela de Dan, además de recoger este suceso, hace una menciones al Rey de Israel y de forma explícita a la «Casa de David»

3º Línea:  (…) ahora el Rey de I[s-]
4º Línea: rael conquistó la tierra de mi padre (…) Hadad me hizo Rey
7º Línea: (…) [Yo maté a Jo]ram hijo de [Acab]
8º Línea: el Rey de Israel y maté a [Ococ]ías hijo de [Joram Re]y de
9º Línea: la Casa de David
11º Línea: (…) y [Jehú rei-]
12º Línea: nó sobre Is[rael]

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Después de este suceso, Jehu masacró a toda la familia real israelita amontonando sus cabezas en las puertas de Samaria y manda matar a la reina madre Jezabel. De camino a Samaria Jehu se encontró con los hermanos del fallecido Rey Ocozías de Judá, aparentemente durante una visita familiar, los detuvo y les asesinó junto a otras cuarenta personas más. Mientras tanto, en el sur, Ataliá para mantenerse en el poder mató a todos los descendientes restantes de la Casa de David a excepción de Joás, un niño que el Sacerdote Joiada mantuvo oculto en el Templo. En aquellos días el Eterno comenzó a cercenar a Israel y Hazael los hirió en todos los confines de Israel. Con el inicio de la sexta guerra israelita-aramea, el Rey Jehu de Israel pidió ayuda al Rey Salmanasar III para luchar contra Hazael de Aram-Damasco.
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El obelisco negro de Salmanasar III refleja a un Jehu postrado rindiendo tributo a Salmanasar III por su ayuda contra Hazael. Según el relato bíblico se trataría del Rey Oseas de Israel, pero fue el Rey asirio Tiglatpileser III quien ayudó al Rey Acaz de Judá contra Israel, ocupando Israel e imponiendo al Rey Oseas en el 732 a. e. c.

Detrás de Jehu unos israelitas trayendo regalos bajo la inscripción en idioma acadio que dice:

Como tributo de  Iaua  (Jehu), “Bit Humri” (de la Casa de Omrí) recibí plata, oro, una vasija de oro, cálices de oro, tazones de oro, estaño, un cetro para el Rey y jabalinas (armas) he recibido de él

Prisma de Taylor

A penas tomó el trono asirio, Senaquerab orquestó una campaña militar contra Judá debido a que el Rey Ezequías suspendió el tributo a Asiria, arrasando 46 ciudades judaítas. Sin embargo, y tras haber sitiado Jerusalén durante varios meses, no logró conquistar la capital gracias a que el propio rey judaíta mandó construir en el año 701 a. e. c. una doble muralla que rodeaban la ciudad, y un túnel para trasladar el agua del manantial del Gijón hasta la piscina de Siloé y evitar que la población muriese de sed.
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El túnel se puede visitar a día de hoy como parte de las instalaciones arqueológicas de Ir David (la Ciudad de David), en Jerusalén. En la mitad del recorrido hay una placa que hace mención a las labores finales de construcción.
 

Final de la perforación. Así fue la perforación; cuando los talladores aún picaban y solo quedaban tres codos para perforar se escuchó a un hombre que gritaba a otro por un desprendimiento en la roca de derecha a izquierda. Y el día que se completó la perforación los talladores se encontraron (los que empezaron por el lado opuesto del túnel y los que empezaron por el otro lado), y sus picos choraron. Y fluyeron las aguas de la piscina (de Siloé), a lo largo de 1.200 codos (700 metros). Y cien codos era la profundidad de la roca desde la superficie de las cabezas de los talladores.

Como fuente extra bíblica a esta batalla tenemos el Prisma de Taylor, o prisma de Jerusalén, que menciona las campañas de Senaquerib contra Hatti, Beit Dagón, Jafa, Bene Brak, Azor, Sidqá, o Ecrón, además de las derrotas de tropas egipcias, y la caballería de Cus (Etiopía), prisioneros, ciudades sitiadas… y del “judaíta Ezequías (o de Judá),

(m ḫa-za-qi-a-a-ú KUR.ia-u-da-a-a)

que no se sometió a mi yugo, sitié y conquisté 46 de sus ciudades fortificadas(…).Como botín hice prisioneros a 200.150 personas entre hombres, mujeres y niños, y a él mismo(a Ezequías), le encerré como a un pájaro en su jaula, en Jerusalén su residencia”. (Fila 18 del documento)

Primer y Segundo Templo de Jerusalén.

La UNESCO hace todo lo posible para evitar que Israel desentierre su pasado histórico en Jerusalén mediante resoluciones condenatorias. Aún así, el Estado del Pueblo Judío por cada metro excavado es una prueba irrefutable que durante siglos existió un Templo judío, situado en en Monte del Templo, también conocido como Explanada de las Mezquitas (pulsa aquí para leer un post que escribí en 2013 sobre el tema).

Son numerosos y muy variados los sellos y bullas que se han ido encontrando en la Ciudad de David (Jerusalén), algunos como protagonistas personajes bíblicos:

El Rey Ezequías de Judá

En el primer sello se puede apreciar en el centro un sol bialado, símbolo de las estrechas relaciones entre Judá y Asiria, y el jeroglífico ank de la cultura egipcia, y en el segundo un escarabajo.



Sellos pertenecientes a mujeres
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Los siguientes sellos son propiedad de dos mujeres; Aliá y Seriah, algo poco común para la época salvo que se hubiera tratado de mujeres de la alta sociedad, o que hayan conservado su derecho a la propiedad e independencia financiera después de su matrimonio, motivo por el cual figuran los nombres de sus padres y no de sus cónyuges

Están tallados bajo la forma denominada escritura en espejo, técnica empleada para que al sellar un documento pueda leerse correctamente.



Roma

Roma, que destruyó en dos ocasiones la soberanía judía en nuestra tierra, contribuye igualmente con pruebas escritas y arqueológicas a la conexión judía en la región.

Es imposible olvidar a Dión Casio (155-229), historiador y senador romano, miembro de una de las familias más importantes de la Antigua Roma, que nos relata las consecuencias de la tercera guerra judeo-romana (132-135), una de las cuales fue la decisión de Adriano de fundar sobre Jerusalén, y no sobre al Quds, Aelia Capitolina en un intento desesperado de Roma por quebrar el espíritu luchador judío por nuestra tierra.

No fueron palestinos sino judíos quienes defendiendo esta tierra lograron arrasar con la Legio XXII Deiotarina, y restaurar la soberanía judía por dos años y medio gobernada por Bar Kojba, líder de la heroica revuelta.

Tetradracma acuñado por Bar Kojba, con el Templo de Jerusalén y en el reverso
el texto «Por la libertad de Jerusalén».
En el Arco de Tito no figura en sus relieves una Media Luna sino una Menorá, símbolo del judaísmo.

El Arco de Tito, en Roma, representa la victoria del emperador Tito (39-81) sobre los judíos en el momento que legiones romanas conquistan Jerusalén y saquean el Tercer Templo, llevándose como trofeo la Menorá y que fue sustituida por una estatua de Júpiter en el Monte del Templo, quebrando así la moral judía por ser éste el lugar más sagrado del pueblo judío.
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Foto del autor de esta web en el Arco de Tito, Roma (2015)

Relieve del Arco de Tito que representa la conquista de Jerusalén. Foto tomada por el autor de esta web

Las consecuencias de la revolución fue la pérdida de la soberanía judía y la intención de Roma de desconectar al pueblo judío de nuestra tierra ancestral, y para lograr dicho objetivo fusionó la Judea de la provincia romana de Siria (64 a. e c. – 638 e. c.), declarando oficialmente la provincia de Syria Paelastina, con capital en Antioquía.
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Como dato añadido, los idiomas oficiales de la provincia de Syria Paelastina eran el griego con una fuerte cultura helenística, fenicio y el arameo siríaco. Los árabes conquistaron Siria a los bizantinos ocupándola a partir del año 638 tras la victoria de la Batalla de Yarmuk.
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Desde el año 638 hasta 1995 no existe indicio alguno, en la historia o en la arqueología, que existiese una soberanía independiente palestina. Palestina existió únicamente como provincia, durante la dinastía Omeya (661-750), el califato Abasí (750-945), los turcos selyúcidas (1037-1157), además de bajo el dominio cruzado (1098, 1099-1187, este último fue el único período de la historia que Jerusalén es capital), después bajo el dominio de Saladino estableciendo la dinastía de los ayubíes (1171-1250), Mamelucos (1250-1517) y bajo el imperio Otomano (1517-1923), y finalmente pasando a ser parte del Protectorado Británico en 1920
La Partición de Palestina aprobada por Naciones Unidas en 1947 hubiera sido el único momento en la historia en que Palestina, como nación independiente, podría haber existido. Sin embargo, una vez acabada la guerra árabe-israelí Jordania y Egipto conquistaron y se apoderaron de las regiones que iban a ser Palestina.
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Mapa de 1962 de la Biblioteca Universal de LIFE en español
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La Palestina política.

La soberanía administrativa de Palestina comienza en 1995 tras los Acuerdos de Oslo. Israel acuerda ceder a la Autoridad Palestina para un futuro estado palestino extensas áreas de Judea y Samaria (Zonas A y B), la tierra por la que cientos de miles de judíos murieron defendiendo. Es en esta fecha cuando Palestina por primera vez en la historia tiene una cierta soberanía propia.
Para Gobbels «una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad».

Quizás el líder nazi y los que actualmente comparten ideología común contra el pueblo judío pensaron que la historia puede reescribirse. Los llamados revisionistas puede que quieran manipular a su antojo la realidad de esta nuestra tierra, pero para que les crean no tendrán otra alternativa que destruir todo vestigio arqueológico al más puro estilo Daesh.

Yom Shishí 22 de Adar II de 5776 
     Viernes, 1 de  abril de 2016

דוד יאבו
David D. Yabo

La tierra sigue siendo plana

בס״ד

Para algunos la tierra sigue siendo plana.

Esta semana se votará en la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), una propuesta lanzada por Egipto, Argelia, Kuwait, Marruecos, Túnez y los Emiratos Árabes Unidos, y promovida por la Autoridad Palestina, para establecer que el Kotel, o Muro Occidental / Muro de los Lamentos, sea parte de Al Aqsa – explanada de las mezquitas.

No es la primera vez que la UNESCO expolia patrimonio judío en la cuna del judaísmo, es decir  en Eretz Israel (la Tierra de Israel). La Cueva de los Patriarcas y Matriarcas o la Tumba de Rajel son claros ejemplos. Además, la negativa de esta organización por que Israel demuestre su conexión histórica con Jerusalén a través de la arqueología ya causó alguna resolución en contra del Estado Judío en 2013.

La arqueología hasta ahora demuestra dos datos innegables: previa soberanía judía en Jerusalén y la ausencia de restos materiales que prueben que existió una «palestina histórica».

Cada metro excavado es una tortura para la UNESCO, cada metro sin demostrar un legado palestino es una resolución más contra Israel.

Volviendo al tema de la propuesta que mencionaba al principio, esta incluye además que el Kotel, o Muro de las Lamentaciones -término acuñado por Napoleón siglos antes del nacimiento del nacionalismo palestino-, pase a llamarse Plaza Buraq, nombre del borrico que Mahoma ató en las inmediaciones del Monte del Templo para después, según la tradición islámica, ascender a los cielos pese a que en la «travesía nocturna» no se menciona a Jerusalén.

También incluye una sonora protesta contra Israel debido a que líderes israelíes aconsejaron a la población con permiso de armas vigente, que llevasen en todo momento sus armas consigo para defenderse así mismos y a otros ciudadanos de la oleada de atentados terroristas que continúa azotando al país.

El documento llama también a condenar a Israel por las «medidas agresivas e ilegales por parte de Israel contra la libertad de culto (inciso: si no existe la libertad de culto es precisamente porque el Waqf jordano apoyado por el statu quo prohibe el rezo no musulmán en la explanada de las mezquitas), y no permitir el acceso de los musulmanes a la explanada de las mezquitas (nuevo inciso: existen dos tipos de acceso a la explanada de las mezquitas al más puro estilo apartheid: para musulmanes y para no musulmanes), y los intentos de Israel de romper el statu quo de 1967″ (ultimo inciso: puesto que parece no ser suficiente que Netanyahu diga en hebreo e inglés que Israel no está interesada en cambiar el statu quo, quizás el Primer Ministro deba de aprender árabe para que se enteren de una vez). Incluye también una condena por «continuos ataques contra la mezquita de al-Aqsa por extremistas judíos» y la «violación de la santidad de la mezquita».

Sobre esto tan solo tengo que añadir la siguiente foto y un video, y juzgad vosotros mismos sobre quien agrede la santidad del lugar.

Ahmad Gharabli/AFP
No son obras de restauración. Son fieles recogiendo piedras para lanzarlas contra judíos y turistas.
Es más que probable que la propuesta sea aprobada debido a la mayoría del bloque árabe, además de los países africanos quienes junto con una buena parte de los asiáticos votan en bloque sin necesidad de leer qué están votando, solo sabiendo contra quien votan.

Uno puede entender cómo es posible que en ocho años países como Afganistán, China, Cuba, Venezuela, Somalia, Qatar, Arabia Saudí, Mali, Marruecos, Argelia, Kuwait, Túnez o Emiratos Árabes Unidos (estos últimos cinco países promotores de la propuesta sobre el Kotel), tengan 0 condenas por Naciones Unidas e Israel un total de 61.

Abba Eban (en la portada de este artículo), ex Ministro de Exteriores de Israel explicó muy bien este fenómeno de las votaciones de las Naciones Unidas y sus diversas organizaciones:

«La ONU puede aprobar por gran mayoría que la tierra es plana, 
si eso ayuda a los intereses de los enemigos de Israel«.

Yom Shení 6 de Jeshván de 5776 
   Lunes, 19 de octubre de 2015
דוד יאבו
David D. Yabo