En vísperas de Rosh HaShaná (año nuevo judío), Nadav y yo visitamos precisamente algunas de esas «excavaciones arqueológicas« y los «proyectos de construcción en la plaza situada junto al muro occidental» que a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y a los Miembros del Grupo Arabe, parece preocupar y/o molestar. Resulta irónico que una organización de tal calibre niegue a una nación soberana el derecho de desenterrar su historia, su Cultura. Su pasado.
La excursión, que era una segunda entrega de Minarot haKotel (túneles del Kotel), llevaba el nombre de «Mimaamakim Karaatij» («desde las profundidades», en español), un extracto sacado de Tehilim Kuf-Lamed (Salmos 130).
Durante hora y cuarenta minutos que duró la excursión fueron mostrándonos mediante pruebas arqueológicas nuestra conexión histórica con esta tierra «desde las profundidades» de Jerusalem, gracias a los restos encontrados que se remontan 2.800 años atrás, y que están datados en la época del I Templo de Jerusalem (entre los años 960 antes de la Era Común (a.d.c) y el 586 a.d.c).
Para dejarlo aun más claro, la presencia judía en Jerusalem se remonta mil años antes del cristianismo y mil seiscientos antes del islam.
Todavía sigo preguntándome cómo es posible que algunos periodistas e historiadores sigan insistiendo que Israel está «judaizando» Jerusalem, cuando la arqueología nos indica que la ciudad descansa, literalmente, sobre ruinas y cimientos judíos.
Aquí os muestro una serie de fotografías que tomé (otras saqué de internet) del yacimiento arqueológico situado en la plaza frente al Kotel o Muro Occidental.
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Excavaciones arqueológicas frente al Kotel (centro de la fotografía), en la plaza del Muro Occidental. Al fondo a la izquierda, la Cúpula de la Roca y a su derecha la mezquita de Al Aqsa, sobre Har Habait (Monte del Templo / explanada de las mezquitas). |
Además de pedir a las autoridades israelíes que interrumpieran las excavaciones arqueológicas, también había inconvenientes y protestas por «los proyectos de construcción en la plaza situada junto al muro occidental»
Si no me equivoco se están refiriendo al proyecto de construcción del «Kotel Pluralista» situado junto al muro occidental (en su parte más occidental). No sabré si me equivoco hasta que la buena gente de la UNESCO decida responderme al email que les envié.
Os presento, para quien no lo conozcáis, al «Kotel Pluralista«.
El «Kotel Pluralista» también forma parte de la muralla exterior del patio del II Templo, de forma que es igual de simbólica que, digamos, el «Kotel tradicional». Conviene recordar que para el judaísmo el Kotel no es el lugar más sagrado de la fe judía si no Har Habait, o el Monte del Templo, conocido también como explanada de las mezquitas.
El «Kotel Pluralista» es una sección diseñada con el fin de celebrar liturgia y festividades judías de una forma no segregada entre hombres y mujeres puesto que la ortodoxia judía, quien convirtió al Kotel en una sinagoga a cielo abierto, establece la separación de ambos sexos a la hora del rezo.
Nosotros defendemos que el Kotel pertenece a todo el pueblo judío en general y no a la ortodoxia en particular. Sin embargo, y para que entre nosotros no se creen más disputas, se estableció mediante el Gobierno israelí, el Ministerio de Asuntos Religiosos y la Agencia Judía, diseñar un plan para la ampliación de la parte del Muro Occidental, y frente a la cual se puede rezar, para uso y disfrute de todo el pueblo judío.
Pero estoy completamente seguro de que ni a la UNESCO, ni a los Miembros del Grupo Arabe, les preocupan nuestros problemas internos con respecto a las leyes y costumbres del rezo judío.
Lo que si debe de preocuparles, e incluso aterrarles, es que Israel siga descubriendo nuevos restos arqueológicos que continúen demostrando que lo escrito hace más de dos mil años es cierto.
Salida del Mikvé (baño ritual judío) en dirección al Monte del Templo. Foto tomada por el autor de esta web |
Puente de Robinson, en la antigüedad. |
Las piedras, testigos de la destrucción del II Templo
En el año 70 de la Era Común, el Imperio Romano destruyó nuestro sagrado Templo. Todo lo que queda de su esplendor son estas piedras que descansan y por las que en el 9 de Av, año tras año, lloramos y recordamos.
Restos de la destrucción por parte de los romanos del II Templo de Jerusalem en el año 70 de la era Común. Foto tomada por el autor de esta web |
«Lebait hatkiát» (departamento de hatkiá) Piedra en la cual el sacerdote anunciaba la entrada de Shabat o de Yom Tov. |
Si queréis más información al respecto sobre la historia de estos restos arqueológicos aquí tenéis un video de mi querido amigo Ariel Kanievsky.
Y ya, por ir resumiendo:
Cada metro excavado sin demostrar un legado palestino es una resolución más contra Israel.
Debe de resultar muy incómodo para una organización a la que no le importa expoliar tesoros y patrimonios judíos, como la Cueva de los Patriarcas y Matriarcas o la Tumba de Rajel, el entregárselos a un pueblo que no puede demostrar su conexión histórica con la tierra que dice ser suya por milenios.
Ni una piedra que demuestre esa «palestina histórica».
martes, 15 de octubre de 2013
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