Breve historia de la región de Palestina – la Tierra de Israel

בס״ד

Cinco mapas que explican brevemente los últimos 500 años la historia de la región de Palestina, simples al buen entendedor. Sin embargo la hasbará no trata de ser simples sino de explicar – hasbará viene del verbo leasbir, explicar, esclarecer -, y de hacer llegar al lector toda la información posible para que libremente pueda formarse una opinión.


Breve historia de la región de Palestina

Durante los cuatrocientos años de dominio otomano en Oriente Medio (1517-1917) nunca hubo una entidad Palestina independiente. La región geográfica de Palestina era parte integral de la provincia de Siria la cual a lo largo de los siglos sufrió diversos reajustes administrativos esto quiere decir que, por ejemplo, Jerusalén podría depender y pagar impuestos a su capital provincial, Damasco, o a la capital imperial, Constantinopla.

Con la desintegración del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial, Reino Unido y Francia se repartieron Oriente Medio trazando fronteras según intereses políticos, imponiendo monarquías  – algunas continúan reinando, otras como la iraquí no duraron más que una promesa inglesa -, sin tomar en cuenta las diferencias étnicas, religiosas, culturales o tribales creando así el caldo de cultivo perfecto para mantener caliente toda la región hasta nuestros días. Y futuros.

En los siguientes mapas podemos observar la distribución etnico-religiosa actual en Medio Oriente, y guiándonos por conocimentos básicos de cada protagonista podemos entender los principales conflictos internos en cada país, su origen e incluso prever el fatal desenlace.

Distribución étnica (ver ampliado)

Distribución religiosa (ver ampliado)

La Sociedad de Naciones ordenó en 1922 a Reino Unido el establecimiento de un Protectorado Británico en la Tierra de Israel para “asegurar la creación de un hogar nacional judío”, comprometiéndose en la declaración Balfour (1917), al establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío en la región de Palestina, como agradecimiento a los judíos palestinos por sus servicios a Su Majestad durante la Gran Guerra. Ya en la década de 1870 los judíos de la región y otros llegados de Europa comenzaron el proyecto de la construcción de un hogar nacional judío mediante la compra de tierra a terratenientes árabes y sin oposición de las autoridades otomanas.

Declaración Balfour

El Protectorado Británico de Palestina en la Tierra de Israel incluía al actual Estado de Israel, Jordania, la Franja de Gaza y Judea & Samaria (Cisjordania), y que en teoría todo e territorio iba a ser el nuevo “hogar nacional judío”. Sin embargo, las promesas británicas también hablaban de la creación de un estado árabe.

La ayuda árabe prestada durante la Gran Guerra, que consistió principalmente en desestabilizar desde dentro al poder otomano, fue visto con buenos ojos por el Imperio Británico por lo que también se comprometió en apoyar la creación de un Estado árabe por lo que Londres dividió su protectorado, y los judíos de la margen derecha del río Jordan fueron transferidos a la margen izquierda, a Palestina, prohibiendo incluso su residencia y permanencia en el futuro estado Jordano. Sin embargo los árabes de Palestina no fueron transferidos al nuevo estado árabe – Transjordania – , por lo que los judíos veían cada vez más lejanas sus aspiraciones de un hogar nacional judío.

En 1922 se creó el Emirato de Transjordania, ya sin presencia judía, recibiendo plena autonomía en 1929. En 1946, un año antes del Plan de Partición de Palestina de Naciones Unidas, Transjordania logró su independencia de Reino Unido. Sin embargo habían pasado ya 25 años del establecimiento del Protectorado Británico por la Sociedad de Naciones y aún no había avances para el hogar nacional judío, sino todo lo contrario. Los árabes que permanecieron en Palestina exigían la creación de otro estado dentro del futuro Estado judío, lo que conllevó a la creación de la Comisión Peel de 1937 que recomendaba la partición de Palestina en dos Estados y posteriormente la Comisión Woodhed de 1938 recomendaba la creación de un Estado Judío en las zonas con mayoría judía y un Estado Árabe en las zonas con mayoría árabe,  dando lugar en 1947 a la Resolución 181 de Naciones Unidas para la Partición de Palestina.

Votación en Naciones Unidas

A favor 33
En contra 13
Abstenciones 10
Ausencias 1

Los judíos renunciaron a más del 80% del territorio que originalmente iba a estar destinado a un Estado judío. Sin embargo, y a pesar de que más del 70% del hogar nacional judío aprobado por la Resolución 181 comprendía el extenso y árido desierto del Neguev, y no incluía a Jerusalén ciudad que pasaría a ser administrada por las Naciones Unidas, los judíos aceptaron.

Sin embargo, en 1948 seis ejércitos árabes declararon la guerra al recién independizado Estado de Israel, con el único objetivo de echar a los judíos al mar. Tras finalizar la guerra en 1950, Jordania y Egipto frustraron los planes de la creación de un estado árabe en Cisjordania, a la vez que Israel fortalecía su presencia en las líneas de armisticio de 1949, asegurando su supervivencia hasta el reinicio de las hostilidades, dos décadas después.

En 1967 un ataque preventivo israelí sobre Egipto evitó que Nasser invadiera con mil tanques y cien mil soldados el sur de Israel, amenaza cada día más real desde que tres semanas antes del inicio de la guerra el Presidente egipcio expulsó a las fuerzas de emergencia de Naciones Unidas de la Península del Sinaí, que presumiblemente se habían establecido para evitar un conflicto entre ambos países. Siria y Jordania formaron coalición con Egipto, a la que se unió también Iraq lo que ponía en una situación muy difícil al Estado judío. El 5 de junio comenzó el conflicto y en seis días Israel conquistó la Franja de Gaza junto con Península del Sinaí a Egipto, el este de Jerusalén junto con Judea y Samaria a Jordania y los Altos del Golán a Siria.

Durante las casi dos decadas de dominio jordano sobre Cisjordania en ningún momento se planteó la creación de un Estado árabe en Cisjordania, tal y como debió establecerse en 1950. Jordania continuaba reclamando a Israel los territorios conquistados en 1967 con el fin de establecer la Federación Árabe Unida jordano-cisjordana, plan que se vio ensombrecido dos años después por la Liga Árabe quien decidió en 1974 reconocer a la Organización para la Liberación de Palestina como el único representante del pueblo palestino, lo que llevó al Rey Hachemi en 1988 a renunciar a su pretensión de soberanía sobre Cisjordania en favor del pueblo palestino, para establecer un Estado Palestino independiente de Jordania.

En un acuerdo de Paz con Egipto, Israel se comprometió a devolver los territorios que había conquistado bajo soberanía egipcia en 1967. Una paz que continúa vigente.

Las relaciones entre Jordania y los nuevos nacionalistas árabes palestinos fueron muy tensas a principios de los años 70 a raíz del intento de golpe de estado organizado por fedayines palestinos que se rebelaron contra el Rey. Como represalia miles de palestinos fueron masacrados por las fuerzas jordanas y otros miles expulsados del país. Esto supuso la creación del grupo terrorista Septiembre Negro, responsable del asesinato del primer ministro jordano Wasfi al Tal en 1971 y de numerosos ataques en suelo jordano, israelí e incluso europeo, como el comando que entró en la Villa Olímpica en los Juegos de Munich de 1974 asesinando a la delegación israelí.

Tras la expulsión del liderazgo palestino de Jordania la OLP se estableció en Líbano para continuar sus ataques contra Israel. Mientras llevaba a cabo ataques terroristas forjaba una alianza con Siria, que había invadido el país de los cedros, y junto con milicias locales fueron responsables directos de la limpieza étnica de cristianos durante la guerra civil libanesa mientras el mundo enmudecía. Israel decidó intervenir para poner freno a los continuos ataques desde el norte del país lo que puso en marcha la Operación Paz para Galilea en 1982 que terminó con la expulsión de la OLP a Túnez en 1985.

Yasser Arafat entendiendo la precaria situación de la OLP en el plano internacional y dio el primer paso para un futuro reconocimiento por parte de Israel. En 1988 proclamó desde Argel la independencia del Estado de Palestina reconociendo implícitamente al Estado de Israel e incluso renunciar a la lucha armada.

Este gesto forzado fue muy significativo para Israel y en 1991 la Conferencia de Madrid reunió a israelíes y palestinos en una carrera por la paz.

La Conferencia de Madrid marcó el inicio del futuro Estado Palestino. Tras ese primer encuentro tuvieron lugar los Acuerdos de Oslo en 1993 que establecieron cierta soberanía palestina por primera vez en la historia en ciertas partes de Judea y Samaria / Cisjordania. A cambio los palestinos se comprometían a renunciar a la violencia y con ello Israel a retirar sus tropas de Cisjordania. Las tropas jamás llegaron a retirarse debido a los continuos atentados contra israelíes. En 1995 los Acuerdos de Taba (Oslo II) otorgaron más competencias a la Autoridad Nacional Palestina en las zonas de Cisjordania acordadas en Oslo I. En el año 2000 en Camp David surgió la Iniciativa Clinton; Jerusalén, desconexión de territorios, y refugiados fue una combinación que se tradujo en un desastre total y tanto Israel como la Autoridad Nacional Palestina se negaron a ceder a las peticiones del otro.

En 2000 el Primer Ministro israelí Ehud Barak ofreció a Arafat la creación del Estado palestino en el 90% de Cisjordania y entregar barrios árabes de Jerusalén para hacerla su capital. El rais palestino rechazó la propuesta. El estallido de la Segunda Intifada en ese mismo año provocó la ruptura de cualquier negociación hasta su finalización oficial cinco años después. Casi mil civiles israelíes perdieron la vida en discotecas, restaurantes y autobuses en atentados suicidas, cuya cifra se detuvo drásticamente con la finalización de la Valla de Defensa.

Entre tanto en 2002 la Cumbre de la Liga Árabe en Beirut sugería la normalización de las relaciones de La Liga Árabe con Israel a cambio de evacuación  total de Cisjordania y la Franja de Gaza, retorno de refugiados y la división de Jerusalén. Israel rechazó la exigencia. En 2003 el Cuarteto compuesto por Rusia, UE, EEUU y la ONU idearon una Hoja de Ruta para lograr la creación de un Estado Palestino y el compromiso del cese de atentados y la cuestión de los refugiados. En 2004 la UE presenta otra Hoja de Ruta para la creación de un Estado palestino.

A finales de la Segunda Intifada se acuerda un alto el fuego entre Israel y la ANP que finaliza dos días después tras un atentado de Hamás.

Ariel Sharón z”l cumple el Plan de Desconexión de la Franja de Gaza en 2005 y evacúa de forma unilateral todos los asentamientos judíos, cuya respuesta se traduce en la victoria electoral de Hamás y el lanzamiento continuado de misiles contra población civil israelí que dio origen a tres conflictos contra Hamás y un bloqueo legal a la Franja de Gaza. En 2006 Guilad Shalit es secuestrado por Hamás, que será liberado en 2011 a cambio de la liberación de 1.027 terroristas palestinos. En 2007 en la Conferencia de Annápolis se fijan las líneas fronterizas, se acuerda el desmantelamiento de las infraestructuras terroristas en Cisjordania y la Franja de Gaza, pero en la práctica continúan con la lucha armada.

En 2012 incumpliendo con los Acuerdos de Oslo – que establecen que cualquier acuerdo debe ser discutido por las partes y no de forma unilateral -, la Autoridad Nacional Palestina solicitó formalmente a la Asamblea General de Naciones Unidas su admisión y reconocimiento como Estado observador no miembro, solicitud que aceptada y aprobada por la Resolución 67/19 por 138 votos a favor, 41 abstenciones y 9 en contra. Un mes después la ONU sustituyó oficialmente el término Autoridad Nacional Palestina por Estado de Palestina.

Por último en 2013 en el marco de la reanudación del proceso de paz Abu Mazen exige a Israel como gesto de buena voluntad la liberación de 104 presos palestinos implicados en actividades terroristas encarcelados antes de los Acuerdos de Oslo. Tras la liberación la parte palestina renunció a continuar el diálogo y con ello la reanudación del proceso de paz.

A día de hoy no solo continúan suspendidas las negociaciones sino que el liderazgo palestino está en sus peores momentos. Con un presidente palestino débil políticamente y enfermo de salud y una lucha interna por alcanzar el poder junto con el temor de israelíes y palestinos de que con apoyo de Irán Hamás se apodere de Cisjordania, el futuro de un Estado palestino real y soberano – la Resolución 67/19 carece de legalidad internacional y no cumple con la Convención de Montevideo -, con fronteras reconocidas y territorio continuado cada vez está más lejos.

Yom Revi´i 7 de Tammuz de 5778
Miércoles, 20 de junio de 2018

Pablo VI, sellos y postales para derribar la narrativa palestina

בס״ד

Con la dinastía Omeya (661) comenzaba un dominio musulmán sobre Jerusalén que duraría doce siglos, hasta que la Sociedad de Naciones encomendó a Reino Unido -como parte de la desintegración del Imperio Otomano-, la creación de un Mandato sobre Palestina-La Tierra de Israel, una región que dependió durante siglos de la gobernación de Damasco o de Sidón, entre otras.

Durante doce siglos (661 – 1923), Jerusalén nunca fue capital de ninguna soberanía musulmana. Únicamente fue capital cristiana durante la Primera Cruzada, entre los años 1098-1187.

Con la Partición de Palestina (1947), y la posterior guerra árabe-israelí (1948-49), Transjordania anexionó de forma ilegal el territorio de Judea y Samaria, incluyendo la parte este de Jerusalén (1950) permaneciendo en su poder hasta 1967.

Durante casi dos décadas de dominio jordano, Jerusalén tampoco fue capital musulmana. Sobra decir que ningún palestino reclamó Jerusalén «capital de Palestina», porque no existía ninguna palestina.

Los judíos no hemos ocupado Jerusalén sino que, como ocurrió en distintos momentos de la historia, hemos restablecido nuestra capital.

Sin embargo, la narrativa palestina, alimentándose de mantras y ningún rigor histórico, viene a decir que Jerusalén es la «capital eterna de Palestina», que «Israel ocupó Palestina» y para demostrarlo utilizan una única fuente; un mapa a dos colores de cómo el blanco va comiéndose al verde -color del islam-. La última invención es crear una aplicación de poblados árabes haciéndolos pasar por milenarios, cuando en realidad fueron creados durante la misma época en la que los judíos necesitaban mano de obra barata (1882).

La Resolución 181 de las Naciones Unidas -Partición de Palestina-, dio a los judíos y árabes la posibilidad de crear dos estados -uno judío y uno árabe-. Sin embargo,  la posterior anexión transjordana sobre la mayor parte del territorio árabe asignado por la ONU a la futura Palestina -Judea y Samaria, además del este de Jerusalén-, hizo que Palestina nunca llegó a independizarse.

En este mapa de la revista Time en español de 1962 podemos apreciar que la palabra «Palestina» simplemente no aparece. Cisjordania era parte integral de Jordania y la Franja de Gaza estaba administrada por Egipto.

 

Peregrinación a Tierra Santa, no a Palestina.

El Papa Pablo VI en su peregrinación a Tierra Santa en 1964 visitó la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén así como la Basílica de la Natividad en Belén, ambas bajo dominio jordano y fue recibido por autoridades del reino Hachemí.

Una serie conmemorativa de sellos fue editada en honor a la visita del pontífice, donde además podemos apreciar la Cúpula de la Roca y al Aqsa.

Santo Sepulcro, Jerusalén.

Basílica de la Natividad, Belén.

Cúpula de la Roca, Jerusalén.

Al Aqsa, Jerusalén.



En una postal enviada desde Jerusalén a un señor de Barcelona en 1966 podemos apreciar en el sello la Cúpula de la Roca bajo dominio del reino jordano.


Una postal sin datación exacta del Vía Crucis en Jerusalén muestra una bandera de Jordania, y en el reverso podemos apreciar que en la época esta milenaria calle estaba bajo dominio jordano.

Cualquiera de estas imágenes tira por tierra la narrativa palestina, y no digamos ya si nos remitimos a la historia y a la arqueología.

Jerusalén Sagrada

Hace un tiempo adquirí esta réplica de medio Sheqel de la época de la Gran Revuelta judía contra Roma (66-67 e. c.), en la que podemos leer en hebreo antiguo «Jerusalén Sagradao Santa -«.

Esta revuelta devolvió al pueblo judío la soberanía sobre Judea y Jerusalén volvió a ser su capital seis siglos antes de que el islam invadiese la Tierra de Israel. A pesar de las evidencias la narrativa palestina niega al estado del pueblo judío su capital Jerusalén.

La única moneda acuñada con la palabra “Palestina” fue durante el Mandato Británico (1929-1948), una reforma monetaria que pretendía frenar el caos entre libras egipcias y liras turcas. En la moneda instaurada por Reino Unido se podía leer “Palestina” a tres grafías; latina, árabe y hebrea con la particularidad de la abreviatura entre paréntesis א״י  “Eretz Israel”, la Tierra de Israel. En esta ocasión la narrativa palestina tampoco se ve favorecida por la numismática.

A pesar de todo aún hay tontos útiles que creen que si entras a un armario puedes acabar en Narnia.

Yom shlishí 1 de Tevet de 5778
Martes, 19 de diciembre de 2017

דוד יאבו
David D. Yabo

Fomentando el odio de la mano de Beatriz Talegón

בס״ד

Beatriz Talegón, directora de opinión en diario16.com, escribió recientemente un artículo con expresiones similares a los Protocolos de los Sabios de Sión. En su artículo, sobre los enfrentamientos que están teniendo lugar en Jerusalén, Talegón despertaba los viejos prejuicios de la conspiración judía mundial.

¿Está realmente cualificada una persona con este tipo de comentarios para hablar sobre un tema tan complicado como el conflicto entre israelíes y palestinos?

Me tomé la libertad de analizar todo su artículo para demostrar con datos que Bea se equivoca en todo. O, quizás, le han hecho equivocarse en todo.

Escogí partes del artículo – que aparecen en color marrón – para a continuación analizar y explicar los errores del texto.

«No existe un “conflicto” entre Israel y Palestina. Existe un abuso, una humillación y por otra parte, una respuesta«.

Si la «respuesta» a la que Bea se refiere es a la del asesinato de tres miembros de la familia Solomon, apuñalados mientras cenaban horas antes de publicar su libelo, estamos hablando de apología del terrorismo.

Si la «respuesta» a la que Bea se refiere es a la del asesinato de la familia Foguel, degollados mientras dormían – incluyendo a dos niños y un bebé -. seguimos hablando de apología del terrorismo.

3117 «respuestas» palestinas -civiles muertos en atentados terroristas- que podrían ser 3117 justificaciones para Talegón.

«No voy a adentrarme en cuestiones históricas. Ni siquiera políticas».

No puede porque no sabe. Si supiera algo de cuestiones históricas o políticas sabría que nunca hubo una soberanía palestina, y que por consiguiente no podemos hablar de una ocupación palestina. El Waqf jordano es quien administra los Santos lugares del Islam en Jerusalén desde 1967 -fecha en la cual Israel anexionó el este de Jerusalén y conquistó Cisjordania a Jordania-, y no una autoridad islámica Palestina. Hasta 1948 la actual Cisjordania estaba bajo el Mandato Británico, instaurado en 1920 por la Sociedad de Naciones. ¿Dónde queda Palestina?

Una provincia de nombre Palestina

Si Talegón supiera algo de cuestiones históricas sabría que el Rey Faisal en junio de 1919 reivindicó en el Congreso Árabe Sirio la independencia de la Gran Siria, que comprendía las actuales Siria, Líbano, Jordania e Israel, además de los territorios administrados por la ANP. Y no solo eso, también el Congreso de Comunidades cristianas y musulmanas de Jerusalén, que representaba a los árabes de la zona -lo que ahora llamaríamos palestinos -, pidieron ser Siria.

Apunte: La falta de soberanía palestina no es solamente que no hubiera un Estado, tampoco hubo un pueblo ni una nación que se definiera como tal y reclamara su derecho a un Estado. Al contrario de los kurdos o los drusos que nunca tuvieron un estado independiente, pero que nadie duda de que han tenido una identidad Kurda, a pesar de que nunca tuvieron soberanía independiente.

Si retrocedemos un poco atrás en el tiempo, tras una reorganización territorial en 1887 por parte del Imperio Otomano (1517-1923) la provincia otomana de Palestina quedó dividida en dos partes: el norte integrado en la provincia siria de Beirut y el sur dependiente de las autoridades de Jerusalén, ciudad que a su vez dependía de Constantinopla. No hay soberanía palestina.

Retrocedemos aún más en el tiempo. Durante la dinastía de los ayubíes (1171-1250) tampoco encontramos evidencias de una Palestina independiente. Como tampoco en la época cruzada (1098, 1099-1187), o durante los turcos selyúcidas (1037-1157), tampoco en el califato Abasí (750-945) o durante la ocupación islámica de la Tierra de Israel en el Siglo VII bajo la dinastía Omeya (661-750). En los últimos 1356 años ningún indicio de una palestina soberana.

«Usted, querido lector, estará cansado de ver una y otra vez imágenes de altercados, violencia, (…) Repito: los palestinos liándola, y los israelíes encarnando la imagen del orden y de la autoridad, protegiendo vaya usted a saber qué. Esa es la imagen».

Este es uno de los principales problemas de quien lo único que sabe y escribe sobre el conflicto israelo-palestino es lo que aparece en una fotografía. Triste que el periodismo haga del refrán «una imagen vale más que mil palabras» su máxima. Algunos, incluso, les cuelan imágenes de Siria para hacerlas pasar por Gaza.

«(Los israelíes) protegiendo vaya usted a saber qué»

Protegiendo a los civiles, ya sean judíos, musulmanes o cristianos, israelíes o no. Por ejemplo de tres guerras, cuatro conflictos, dos intifadas (1000 civiles israelíes muertos solo en 5 años, el mismo numero de víctimas de ETA pero en 50 años), y lanzamientos de  15 mil misiles por más de una década desde población civil – desde viviendas en Gaza – contra población civil israelí. Doble crimen de guerra.

«(…) cientos de palestinos –musulmanes- rezando en la calle, frente a los arcos de seguridad que se había decidido implantar en la zona sagrada de Jerusalén (…)»

Israel instaló arcos detectores de metales como consecuencia del atentado contra dos policias israelíes – drusos – del viernes 14. Resulta curioso cómo Bea juega con los sentimientos del lector haciéndole creer que por instalar arcos de seguridad en lugares santos éstos pierdan su caracter sagrado. Para entrar a cualquiera de los cuatro accesos del Kotel – Muro de los Lamentos – hay que pasar por arcos detectores de metales. Para subir a la explanada de las mezquitas – por el acceso para no musulmanes – hay que pasar por arcos detectores de metales. Todos pasan por los arcos, judíos y no judíos, y nadie se siente humillado ni tampoco nos hace sentir como terroristas potenciales.

Los arcos de seguridad que menciona Bea no están en la «zona sagrada», sino en los accesos a la zona sagrada.

En el artículo Bea habla de humillaciones.

«Y ese ha sido el motivo del monumental cabreo por parte de palestina. Y yo añado: y de quienes estamos bastante hartos de ver las continuas humillaciones de Israel».

¿Acaso es una humillación tomar medidas para prevenir actos terroristas? ¿A ningún palestino le parece más humillante que musulmanes profanen el tercer lugar más sagrado del Islam convirtiéndolo en un almacén de armas? ¿Alguna manifestación contra este atropello? Solo silencio.

No me siento humillado cuando paso por los arcos de seguridad para acceder al Kotel, sin embargo los palestinos argumentan sentirse humillados porque «con esta medida están dando a entender que todos los musulmanes son potenciales terroristas». Excusatio non petita, accusatio manifesta.

«La llegada al aeropuerto transmite la sensación de estar en un lugar en guerra».

Israel es un Estado oficialmente en guerra con Líbano y Siria – las fronteras aun no están definidas con dichos países -, e Irán repetidas veces amenazando la existencia del Estado judío, atacando objetivos israelíes fuera del país. A eso añadir los secuestros y atentados sufridos en el aeropuerto israelí, y contra la compañía israelí El Al en aeropuertos europeos.

Nos obsesiona un poquito la seguridad, qué le vamos a hacer.

«Y comienzas tu camino hacia Jerusalen. Tendrás que parar en lo que llaman Checking points (puntos de revisión), donde, igualmente, tendrás que someterte al control de policías armados hasta los dientes».

No hay un solo Checkpoint desde Ben Gurion hasta Jerusalén en la autopista 1, la ruta utilizada para llegar a Jerusalén. El único Checkpoint está en la salida de Givat Zeev si vas por la 443 pero nadie te revisa. Y nadie va por esa ruta salvo que quieras ver el Checkpoint para después escribir tonterías.

A Bea le diría que ese viaje programado tenía un fin que era posicionarte contra Israel. Pero por si aun no os habéis dado cuenta, continúo.

Autopista 1 desde el Aeropuerto de Ben Gurión hasta Jerusalén. La línea naranja corresponde a la Valla de Defensa, a 1,6km la distancia más cercana de la autopista y rodeado de montes.
Autopista 443 desde el Aeropuerto de Ben Gurión hasta Jerusalén. Las únicas personas que toman esta ruta son residentes, o activistas para decir que en Israel hay Checkpoints

«Pero lo más chocante, lo más significativo es visitar un asentamiento israelita en territorio palestino. Eso es algo que normalmente los turistas no pueden ver, no está dentro de las rutas planificadas, y muy seguramente, nadie se lo cuente».

Pues claro que no, porque son ciudades residenciales sin ningún valor turístico como Rambla, Rejovot, o Modiin (en Israel), de la misma forma que en tu ruta no planifica visitar el palacio residencial de Abbas que costó la friolera de 13 millones de euros de ayudas internacionales. Al turista no le interesa dónde viven los residentes, solo sacarse selfies.

Palacio Presidencial de Abbas en Ramalla

Sobre la diferencia entre asentamientos israelíes y poblados palestinos escribes que «a los palestinos se les niegan desde la administración general» asfaltar sus localidades, viviendo así en condiciones propias del pasado siglo. Supongo que te referirás a la administración palestina que es, según Oslo, la encargada de procurarles un cierto grado de desarrollo. Ya en 2012 el 6 % del presupuesto anual palestino iba destinado a la manutención – sueldo mensual – de terroristas palestinos en cárceles israelíes y familias, el palacete del señor Abbas (2015), sumado a la corrupción de Fatah y la vida de lujo de la viuda Suha por Europa poco queda para el desarrollo del sufrido pueblo palestino.

Nota: Presupuesto de la Autoridad Palestina en 2017 para sueldos a terroristas encarcelados y liberados es de 153,4 millones de dólares, un 13% más que el año pasado.

«(…) durante mi mandato como Secretaria General de la Internacional de Jóvenes Socialistas organizamos una visita de estudio entre jóvenes israelíes y palestinos: visitamos el muro de la vergüenza, los asentamientos israelitas, y tuvimos una reunión con el presidente palestino, Abbas, en Ramala».

«Muro de la vergüenza», porque para Bea parece que justificar atentados contra civiles israelíes no es suficiente, además está contra evitar más atentados.

Este gráfico demuestra que tras el comienzo de la construcción de la Valla de Defensa – año 2003 – las víctimas israelíes en atentados terroristas perpetrados desde localidades palestinas de Judea y Samaria / Cisjordania disminuyeron de forma considerable.

El derecho a legítima defensa – el propósito de la valla – está contemplado en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y según el Derecho Internacional se permite una reacción inmediata contra agresiones antijurídicas actuales o inminentes con el objetivo de repeler ataques presentes o futuros, en este caso atentados contra población civil.

Supongo que durante su mandato como Secretaria General de la Internacional de Jóvenes Socialistas no organizaron una reunión con el Primer Ministro israelí, o en su defecto el Presidente. El carácter anti-Israel del viaje organizado de Talegón queda perfectamente demostrado.

«Pude ver a mis compañeros israelitas llorando al comprobar con sus propios ojos lo que eran los territorios ocupados. Les vi abrazando a Abbas y pidiendo perdón por todo lo que el pueblo judío estaba provocando en el palestino».

¿Cuantos palestinos contrarios a la política palestina de Fatah o Hamas vio Talegón en Palestina? Ninguno. En esos viajes programados en los que se abrazan y bailan juntos el Kumbayá no muestra esa cara palestina, ese hastío de la sociedad que ve como desde Ramalla y Gaza malversan miles de millones de ayudas internacionales para construirse mansiones o subvencionar el terror.

«Se le silencia, se le invisibiliza. Se le oculta y ahora se trata de dar a entender que todos los musulmanes son potenciales terroristas. Por eso Netanyahu decide poner arcos metálicos en el acceso a la zona sagrada de la ciudad».

Excusatio non petita, accusatio manifesta. Los arcos están ahí de igual modo que están en La Meca, en el Kotel o cualquier lugar que pueda ser un objetivo.

«Una zona, dicho sea de paso, que ha sido ocupada por Israel desde 1967, y en la que se había establecido un statu quo por el cual, todas las personas, de todas las religiones, podrían acceder en igualdad de condiciones».

¿Acceder en igualdad condiciones? De eso nada. Existen horarios restringidos para no musulmanes para acceder a la explanada de las mezquitas (7:30 a 10:00 y de 12:30 a 13:30 en invierno; de 7:30 a 11:30 y de 13:30 a 14:30 en verano), además de acceder por una única entrada que se encuentra frente al Kotel, en el barrio judío.

«(…) un intento de genocidio paulatino. El avance de Israel arrasando a sus enemigos eternos: Palestina».

«Genocidio», «holocausto», «exterminio», son los típicos recursos para referirse a Palestina  de cualquier juntador de palabras.

Este es un simple gráfico de la situación demográfica de los palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania.

En otras palabras, y dicho por la Autoridad Palestina: «nuevos datos (2016) indican que hay mayoría árabe entre el río Jordán y el mar».

Los datos de la Central de Estadística Palestina indican que árabes de la Franja, Israel y Cisjordania superan en 200 mil a población judía. Unos 4,8 millones de árabes viven entre la Franja de Gaza y Cisjordania, y 1,7 millones en Israel (este dato según el censo israelí). De esta forma, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo viven 6,58 millones de árabes, frente a 6,38 millones de judíos.

«Una petición: no mantengamos el mensaje injusto e incierto del “conflicto”. Aquí hay una ocupación. Unos que están abusando y otros que están tratando de aguantar como pueden. Es de justicia que empecemos a llamar las cosas por su nombre».

Aquí no hay una ocupación. Ese término, como todo lo que contiene este artículo, es totalmente incorrecto. La Ley Internacional establece el término «ocupación» para territorios que fueron parte soberana de un país. Cisjordania no era un territorio soberano debido a que la Comunidad Internacional declaró ilegal la anexión jordana en 1950. El término correcto es territorio en disputa que no es tan sonoro, vende menos y no atrae de igual modo por lo es rechazado por gran parte de la prensa internacional, incluyendo por supuesto la española.

Territorio en Disputa, término aceptado tras la firma de Oslo por las partes implicadas, Israel y la Autoridad Nacional Palestina, documento por el cual los palestinos por primera vez en la historia obtuvieron cierta autonomía en esta tierra.

Que no os manipulen, todo está en los libros y no en tours anti Israel con abracitos y final feliz.

Yom Shlishí 2 de Av de 5777
Lunes, 24 de julio de 2017