ב»ה

Cinco de la mañana.

Suena la alarma del móvil y no es su sonido lo que me despierta, si no los nervios. Llevaba al menos veinte minutos levantado, a pesar de haber dormido muy poco esa noche. El motivo era que esa misma mañana iba a cumplir el sueño de todo sionista: conocer en persona a Simon Peres, noveno Presidente de Israel.

Simon Peres, pese a ser el Presidente del país, no es cualquier político israelí. Es un auténtico estadista, de los que ya no quedan. Es, junto con otros grandes líderes de Israel, uno de los responsables de que hoy tengamos una Nación Judía. Sus hombros soportan el peso de más de siete décadas dedicados en cuerpo y alma al sionismo, al cultivo de la tierra entre otras cosas y la defensa del país, en hacer realidad el sueño por el que muchos otros dieron sus vidas: el sueño de ser un pueblo libre en nuestra tierra.

El autobús partió de la estación aun antes de que saliera el sol, dirección a Jerusalem, Capital de Israel. De la estación central un taxi me llevó directo a mi destino.
Una vez dentro de la Residencia Presidencial los nervios solo podían aumentar. Estoy dentro, y ahora, ¿cómo acceder al Presidente?

Pasó a mi lado una mujer encargada de la seguridad y me acerqué a ella explicándole lo importante que era para mi, y para los míos, estrechar la mano de Simon Peres. Le conté que el abuelo de la familia fue militante de Avodá y le mostré una foto de él con Peres que data de finales de los años 70. Mientras le contaba mi historia la emoción me sobrecogió, al igual que a ella, por lo que se comprometió en hacer todo lo posible para que pudiese acceder hasta el Presidente.

Al rato ella apareció como de la nada y con una sonrisa, sin apenas detenerse,  en la cara entendí el mensaje y corrimos. Corrimos juntos ante las miradas de cientos de asistentes, rodeando todo el parque y parte de la residencia, para que pudiera conocer en persona al gran Simon Peres.
Y ahí estaba él rodeado de niños, familias, escoltas y numerosas cámaras. Me acerqué y en ese momento nos estrechamos la mano, una mano conectada a la historia del Estado de Israel, desde incluso décadas antes de la independencia del país.
Estrechar la mano de Peres es, además, estrechársela al padre del Estado David ben Gurión, así como a la osada Golda Meir o al legendario Isaac Rabin. Es tenderle la mano a otros grandes líderes israelíes cuyo esfuerzo, entrega, valentía y dedicación por el país dio como resultado que hoy seamos un pueblo fuerte, orgulloso de ser israelí. Es estar conectado a las ansias de paz, al progreso constante de una nación en movimiento, a la promesa de libertad y soberanía propia. Israel es Israel gracias a ellos.
Como sionistas, Simon Peres es nuestro ejemplo a seguir.
Foto de Jossef Avi-Yair Engel (Jucha)
24 de septiembre de 2013
Yom Shení 26 de Tishréi de 5774 
    Domingo, 29 de septiembre de 2013
דוד יאבו
David D. Yabo

DavidYabo

Israelí, divulgador de historia judía y arqueología bíblica. Formándome en El Seminario Rabínico Latinoamericano. La golá te mata o te hace más fuerte, así que voy para Rabino.

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar