בס״ד
¿Cómo empezó todo? Nadie está del todo seguro. Unos dicen que el universo no tuvo un comienzo, que siempre estuvo ahí, otros que fue tras tener lugar una gran explosión, incluso los hay quienes creen que fue el Monstruo del Espagueti Volador tras una borrachera.
A este último grupo de iluminados parece pertenecer Olga Rodriguez (@olgarodriguezfr), periodista especializada en materia internacional, en Derechos Humanos, y en manipular la historia.
En un artículo de 2014 (click aquí) para eldiario.es Olga Rodriguez nos relata con el sesgo que caracteriza a activistas con carnet de periodista que informan desde el prejuicio y no desde la ética periodística, «cómo empezó todo» en la Franja de Gaza. Comienza hablando de los pogromos en Europa, aunque por una buena razón se olvida mencionar los pogromos ocurridos en Eretz Israel (la Tierra de Israel), mucho antes, provocados por árabes contra población judía como en Tzfat (Safed) en 1660, que destruyó la ciudad, o el de 1834 tras una revuelta árabe que saqueó la ciudad, centro espiritual de la Cábala. También evita mencionar los pogroms sucesivos ocurridos en la citada ciudad en 1929, así como los ocurridos en Hebrón y en Jerusalén (1920). ¿Por qué Olga Rodriguez olvida mencionar estos y otros muchos más pogromos árabes contra población judía?
Mito: los judíos han invadido Palestina.
Ya en el primer párrafo Olga quiere dar por válido el gran mito de la narrativa palestina: los judíos han invadido / robado Palestina. Esto es completamente falso. Los judíos somos originarios de esta tierra. Que el gentilicio de Judea sea precisamente el de judío debiera de dar una pista a estos profesionales del sesgo informativo. Pero si les cuesta entenderlo, tenemos el documento extra bíblico más antiguo, la Estela de Merenptah (1208 antes de la Era Común), que describe al pueblo judío como gentilicio. Es decir, veinte siglos antes de la invasión árabe de Tierra Santa.
Olga continúa omitiendo información muy vital para entender la situación de los dos millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza, pero antes de entrar en materia me gustaría que conste una gran frase de Ryszard Kapuscinski: “en el buen periodismo, además de la descripción de un acontecimiento, tenéis también la explicación de por qué ha sucedido; en el mal periodismo, en cambio, encontramos sólo la descripción, sin ninguna conexión o referencia al contexto histórico“.
Plan de Partición 1947
Las Naciones Unidas votaron a favor del establecimiento de un Estado judío y un Estado árabe una vez la potencia mandataria, Reino Unido, abandonase la región. Londres ya había prometido a los judíos dos décadas antes un estado judío en Palestina, y a los árabes les otorgó Tranjordania, independizada en los años 20. Sin embargo este basto territorio «más allá del Jordán» no fue suficiente, y en 1947 hubo que repartir Palestina para judíos y árabes, de forma que los judíos no obtuvimos un 54 % de Palestina, como afirma Olga sino que perdimos un 46 % del territorio prometido. A Olga tampoco le interesa mencionar que el 80 % del territorio que obtuvimos de Naciones Unidas era el desierto del Neguev, mientras que las zonas frondosas de la Galilea fueron a parar a manos árabes.
Limpieza étnica y el Plan Dalet
El plan Dalet fue un plan de la Hagana para contarrestar la invasión árabe – siete países, diez ejércitos y milicias -, aunque se adelantó unas semanas ante la previsión de esta y la situación del Yishuv, que era en muchas zonas desesperada, en abril de 1948, por los ataques de milicias y grupos árabes.
Nuestra experta en Derechos Humanos habla de un plan de limpieza étnica ideado por los judíos contra los árabes, sin embargo omite que la parte árabe, especialmente la jordana, literalmente limpió de judíos Judea y Samaria incluyendo Jerusalén. Durante casi dos décadas de anexión ilegal jordana sobre Judea y Samaria, que en los años 50 denominó Cisjordania, ningún árabe se interesó por la creación de un estado palestino. No digamos pedir Jerusalén como su capital.
Para que el lector crea que realmente Israel mantuvo un plan de limpieza étnica cita al historiador israelí – y sionista – Benny Morris. Sin embargo manipula completamente las palabras de Morris. En un articulo del propio Benny Morris de Haaretz (click aquí), en octubre, afirma que el profesor Daniel Blatman – de quien se valen los que manipulan la información -, distorsionó sus palabras sobre «los acontecimientos de la guerra de 1948», negando así una limpieza étnica por parte de Israel. En su artículo, Morris añade lo que Olga omite: «fueron los árabes palestinos los que iniciaron la guerra cuando rechazaron el plan de la ONU», y que «fueron ellos – los árabes palestinos – los que se embarcaron en actos hostiles en los que 1.800 judíos fueron asesinados entre 1947 y mediados de 1948». Le recomiendo encarecidamente la lectura completa de este artículo.
Gaza
Dos millones de gazatíes viven encerrados en la Franja de Gaza. Cierto. Israel y Egipto – Olga omite que Egipto también controla la salida y entrada de gazatíes, así como no menciona que El Cairo mandó construir un gran muro en su frontera con la Franja de Gaza y pulverizó barrios enteros en 2014 para destruir los túneles del terror -, mantienen un bloqueo legal – según la propia ONU – en la Franja de Gaza. Lo que está pasando en Gaza no se inició hace 66 años, como ella afirma en su artículo. Lo que está pasando en Gaza se inició en 2005 tras la desconexión de la Franja de Gaza ordenada por el entonces Primer Ministro israelí Ariel Sharon z»l. Los gazatíes no supieron aprovechar el gesto del gobierno israelí y Hamás obtuvo una aplastante victoria en las elecciones de 2006 – 10 años después continúan sin convocar elecciones -, lo que conllevó a una continuada lluvia de misiles contra población civil israelí por casi una década. El bloqueo es consecuencia de las políticas radicales de Hamás que pide en su Carta Fundamental la desaparición de Israel, negándose a cualquier acercamiento hacia Israel. Cualquier gazatí que intente algún tipo de acercamiento con la «entidad sionista» será castigado con la pena capital.
Diez años de terror contra población civil israelí y gazatí por igual. La culpa, según Olga Rodriguez es de Israel.
Estado judío y Ley del Retorno
La definición de Israel como Estado judío existía ya en el programa de Basilea, en 1897 cuando se hablaba de hogar nacional judío. La declaración de Balfour (1917), la Sociedad de Naciones (1922), la Comisión Peel (1937), la Comisión Woodhead (1938), el Comité Especial para Palestina de la ONU (1947), e incluso la resolución 181 de Naciones Unidas (1947) ya mencionan el carácter judío del futuro estado de Israel.
Olga Rodriguez es toda una contradicción. No se sabe si está a favor de un Estado palestino o simplemente está a favor de la desaparición del único Estado judío. ¿Por qué motivo iba Israel a renunciar a su carácter judío? ¿Tanto le molesta que entre 194 países exista uno con mayoría judía? ¿Dónde iban a poder vivir libres judíos de Siria, Iraq, Líbano, Etiopía, Rusia, Francia, etc. si no fuese por la Ley del Retorno?
Israel no se puede oponer a la creación de un estado palestino, por la sencilla razón de que anexionar Judea y Samaria / Cisjordania, conllevaría a la pérdida del carácter judío de Israel. Los israelíes, incluso los propios árabes israelíes, no quieren un estado binacional porque todos sabemos que acabaríamos peor incluso que Líbano en los años 80. ¿Ese es el objetivo, Olga, o vivir en paz cada uno en su país?
La Constitución para el futuro Estado palestino aprobada por el parlamento palestino en 2003, dice que Palestina será un Estado-nación árabe, como lengua oficial – solo – el árabe (en Israel el hebreo y el árabe son oficiales), con el islam como religión oficial (en Israel no tenemos si quiera religión oficial), con la Sharía como principal fuente de legislación (en Israel tenemos el Tribunal Supremo, uno de cuyos jueces es Salim Jubran, árabe israelí, desde 2003, miembro permanente desde mayo de 2004 y primer árabe en presidir el Comité Central Electoral que fue además uno de los cinco jueces que condenó a prisión el ex Primer Ministro israelí Ehud Olmert por corrupción (¿¡Apartheid!?)) .
Dime, Olga, ¿a favor o en contra del Estado-nación árabe de Palestina?
A la espera de un artículo al respecto.
Ley del ausente
La Ley del Ausente es una ley donde el estado se hace cargo de las propiedades que quedaron abandonadas por los árabes que bien huyeron o se vieron forzados a desplazarse debido a la guerra árabe israelí de 1948-49. Israel no es el único país en el mundo con este tipo de ley, Pakistán la mantuvo con los hindúes y la India con los musulmanes que abandonaron por las mismas circunstancias sus casas en 1947.
También se aplicó en Checoslovaquia o Polonia con los refugiados alemanes. Como vemos no es una ley inventada por Israel con el único propósito de amargar la vida a los palestinos. Basta de libelos.
Nota: en los años 70 una ley israelí compensó por las propiedades perdidas en la guerra, y árabes que fueron desplazados se acogieron a la misma.
¿Nos ocupamos a nosotros mismos?
Como ya mencioné arriba, somos originarios de esta tierra. La historia y la arqueología así lo demuestran, por lo que, ¿por qué nos acusan de ocupación? Incluso según el Derecho Internacional no se puede denominar ocupación a un territorio que no gozaba previamente de soberanía. Y Cisjordania entre 1950 y 1967, al haber sido anexionada de forma ilegal por Jordania y sin reconocimiento internacional – salvo Reino Unido y Pakistán -, era Terra nullius, tierra de nadie, puesto que no contaba con ningún tipo de soberanía.
El ejército israelí no legitima la ocupación, porque la ocupación no es ilegal de cara a la ley internacional puesto que no existe ninguna ley, ni tampoco ninguna resolución de Naciones Unidas, que declare ilegal la ocupación.
Por ultimo, Olga hace una mención al controvertido e intenso tema del agua. Le recomiendo que antes de escribir apenas cinco líneas se lea este artículo (click aquí)
Ley del Talión y detención administrativa.
¿Sabes que España también aplica la detención administrativa? No es el único país. Seguro que si te molestas un poco en investigar el tema te sorprenderás.
Israel no se venga de los terroristas palestinos derribando sus casas. No es la ley del talión tampoco porque si lo fuera Israel debiera de matar al asesino, y pese a que en Israel esta vigente la pena de muerte el Estado nunca la aplica. Y razones no le faltan. Israel no se venga, aplica justicia mediante una ley, que sirve como medida de disuasión y se aplica según la sección 119 de Defensa, la cual dice que se «podrá destruir cualquier estructura, si surgió la sospecha de que sirvió como una acción delictiva» o si «sus residentes participaron en una actividad delictiva».
La demolición de viviendas también incluyó a población judía, dado que la misma ley se aplicó en la Franja de Gaza en 2005 para la desconexión total – expulsión judía -, además de para derribar edificaciones ilegales judías en el área C de Cisjordania.
Otro periodismo es posible
Vuelvo a citar a Ryszard Kapuscinski: “en el buen periodismo, además de la descripción de un acontecimiento, tenéis también la explicación de por qué ha sucedido; en el mal periodismo, en cambio, encontramos sólo la descripción, sin ninguna conexión o referencia al contexto histórico“.
Jerusalén, y no Tel Aviv. Jerusalén es la capital de Israel. Ni la prensa ni tampoco un país extranjero dictamina dónde una nación soberana instala su capital. No sois tan importantes.
Para terminar
Ninguna mención a las políticas de Hamás contra la población gazatí e israelí.
Ninguna mención contra el constante ataque con misiles desde población civil gazatí contra población civil israelí.
Ninguna mención, ninguna condena, ninguna protesta por las declaraciones de funcionarios públicos pidiendo una palestina libre de judíos.
Ningún dato en tu artículo, Olga, solo un cúmulo de frases que generan odio gratuito. Bueno, gratuito. Tú ya me entiendes.
Miércoles, 23 de noviembre de 2016
2 comentarios
Fernando Rivera · 14 de febrero de 2017 a las 04:41
Buenas David!
Te contesto por aquí porque por twitter sería imposible. No hace falta que publiques el comentario (si es que los tienes en moderación).
Me enriquece leer este contexto, porque ahora ya sé mejor vuestra versión (la he ido oyendo a pequeños trozos a lo largo de toda esta historia…). Ojalá algún día pueda leer algo similar de alguien de Gaza.
Pero todo esto se basa en algo que me parece atroz… Justificas la «invasión» de Palestina por parte de Israel en documentos que datan del 1208 a.C. (gracias por dar una referencia que no sea alguno de los textos sagrados). No creo que enfrascarse en quién pisó antes esa tierra pueda dar ningún fruto. Más teniendo en cuenta que por entonces no se tenía, ni por asomo, el concepto de nación y fronteras que tenemos hoy en día. En base a eso los indios americanos podrían desterrar a todos los que no sean sus descendientes directos en toda América; o mismamente los árabes pueden reclamar la Península Ibérica como suya ya que vivieron aquí mucho antes que «nosotros» (entendiendo que ese nosotros es indefinible porque somos la mezcla de cientos de «razas» y culturas que han pasado por aquí).
Otra cosa de la que acusas a esta periodista, no se si porque lo ha declarado alguna vez (si es así, discúlpame) o porque la prejuzgas, es que dices que os niega a los judíos una tierra en la que vivir en paz. Hablo por mi y te aseguro que no quiero para los judíos lo que pasa en Gaza. En absoluto querría que se revertiera la situación ni que se os aplicase la ley del Talión. Si mañana fuera Palestina la fuerte y fueran ellos quienes bombardeasen de forma desproporcionada a Israel, puedes estar seguro que estaré de vuestra parte.
La mayoría de los que defendemos a Palestina desde España somos pacifistas no afiliados a ninguna religión, que estamos en contra de todas las guerras más allá de religiones y signos políticos. Las religiones nos parecen una mera excusa para atacar al que molesta en las ansias de poder y de dinero.
Nos encantaría que Palestina e Israel llegasen a un acuerdo y pudieran vivir en paz, cada uno en el territorio que pacten (yo no me voy a pelear porque Jerusalen o Tel Aviv sean más sagrados para unos que para otros…). No negamos un estado judío, simplemente reclamamos que este no se construya con la sangre de ningún pueblo.
Espero que te haya quedado más clara mi visión y entiendas que, aunque no estemos de acuerdo en muchas cosas, el fin último que perseguimos es el mismo.
Paz.
David Yabo · 15 de febrero de 2017 a las 16:18
No se trata de «nuestra» versión, sino la versión que da la arqueología e historia. No encontrarás ningún indicio arqueológico que hable de pueblo palestino, tampoco en ningún libro de historia que figure un Estado palestino, o una palestina histórica tal y como reproduce la actual narrativa palestina.
De igual forma, tampoco podrás leer algo similar a alguien de Gaza, puesto que – y en palabras de Fathi Hammad, ministro de Hamás -, la mitad de la población gazatí tiene su origen en inmigración egipcia, y la otra mitad jordana (https://twitter.com/DavidYabo/status/752854532787494912).
No estoy justificando una invasión, no existe tal invasión. De existir una invasión no podemos olvidar lo que Fathi Hammad afirma, que los actuales palestinos son inmigrantes de países árabes vecinos. El hecho de que, además, sus apellidos sean originarios de tales naciones árabes vecinas. Invasión hubo en el Siglo VII por parte del Califa Omar, quien ocupó esta región en su campaña colonizadora e imperialista del islam. En esa época los judíos llevábamos viviendo aquí dos mil años.
La periodista que hago referencia en mi post está negando el vínculo del pueblo judío y a regresar a su lugar de origen, Judea – por ser su gentilicio el de judío -, desde el momento que da por válida la narrativa palestina, que afirma que no existe conexión judía con Judea y Samaria, pese a las evidencias arqueológicas (aquí tienes más referencias http://www.davidyabo.com/index.php/2016/04/01/la-tierra-de-israel/ )
Por otro lado, Israel no aplica la Ley del Talión. Defiende a sus ciudadanos tal y como lo haría cualquier país que es atacado y sus ciudadano corren peligro. Como bien dices, Israel es la fuerte y Palestina la «débil», razón de más por la cual los palestinos deben de renunciar a todo tipo de violencia y sentarse a la mesa de negociaciones, cumplir con los Acuerdos de Oslo para continuar avanzando en el proceso de paz.
Si Israel aplicase el principio de la Ley del Talión, créeme que la Franja de Gaza hubiera sido arrasada hacía ya décadas.
Estoy completamente en desacuerdo con respecto a decantarme por un bando: o se es pro Israel o pro Palestina. Es ridículo y primitivo el principio de «conmigo o contra mi». Yo soy pro Israel y pro Palestino, porque quiero dos Estados – uno judío y otro palestino -, viviendo como vecinos, con fronteras seguras y acuerdos de cooperación y defensa mutuos. ¿Qué quiere realmente, si lo sabe, un pro Palestino?